Escrito por: Nicolle Santana

El encuentro denominado “La Batalla” tuvo como escenario el MGM Grand Paradaise en Nevada, Las Vegas. El puertorriqueño Miguel Cotto y el mexicano Antonio Margarito disputarían el campeonato de peso wélter de la AMB.

El 26 de julio de 2008 será la fecha que quedará en la mente de ambos boxeadores y todos los fanáticos de la rivalidad México vs Puerto Rico, como uno de los encuentros más polémicos y espectaculares.

Ambos subieron al ring transmitiendo entusiasmo y seguridad; durante los primeros asaltos, Cotto puso en evidencia su estilo de combate con velocidad y precisión, lo que hizo que Margarito fallara varias veces a pesar de que había anticipado que surgiría rápido en el combate.

La movilidad fue un factor importante para Cotto en el tercer episodio, quién hizo uso de sus combinaciones de golpes y trató de protegerse para minimizar el flujo de sangre de su nariz y un pequeño corte sobre su ojo izquierdo que había sufrido a manos de Margarito en el comienzo del pleito.

A mitad de combate el mexicano fue ganando terreno con potentes golpes y ganchos a las zonas blandas del boricua, lo que hizo que Cotto retrocediera y Margarito lograra arrinconarlo en distintas ocasiones durante el séptimo y décimo asalto.

Ante la repetida agresión que recibió, Cotto decidió colocar una rodilla en la lona para evitar momentáneamente los golpes, pero de igual manera, una vez Cotto se reincorporó, Margarito continuó atacando para seguir recuperando terreno. El cansancio de Cotto empezó a notarse, pero aun así el puertorriqueño siguió adelante con la pelea. A comparación del comienzo ya se hacía inevitable que ambos se separaran y el árbitro tuvo que intervenir varias veces.

Para el undécimo round Margarito dirigió un asalto completo en poner mucha más presión al boricua quién respondió con varios ganchos de izquierda, pero esto no detuvo al aguerrido mexicano.

Con el rostro ensangrentado, Cotto miró hacia un lado, lo que provocó que su tío y miembro de su equipo, Evangelista Cotto, lanzara la toalla para dar por terminada la pelea luego de finalizar el undécimo asalto.

Margarito celebró su triunfo tras haber derrotado a su oponente por nocaut técnico; mientras que Cotto recibía atención médica por los golpes.

Este encuentro se convirtió en una disputa trascendental; tres años después fue anunciada la revancha y Cotto acusó directamente a Margarito de utilizar vendaje ilegal en su primer enfrentamiento, lo cual atentó contra su vida.

En una teleconferencia con medios estadounidenses e internacionales, Cotto señaló a su oponente de “criminal” y lo retó a ser “hombre suficiente” para aceptar que hizo trampa.


“He cargado mi derrota como hombre por los pasados tres años y él tiene que aceptar lo que hizo y lo que usó, porque si fue hombre suficiente para usarlo, debe ser hombre también para aceptarlo”, sostuvo Miguel Cotto.


Esta denuncia fue motivada a que siete meses después del encuentro, el mexicano se enfrentaría contra Shane Mosley, en donde un miembro del equipo de Mosley descubriera que Margarito aplicó una sustancia ilegal en su vendaje que haría que este se endureciera con una apariencia similar al yeso; y la consecuencia fuera la suspensión por un año del boxeador y su entrenador. En este combate, Margarito perdió por nocaut técnico y su reputación quedó alterada ante la infinidad de dudas que surgieron sobre la legitimidad de su victoria ante Cotto.

Cuándo fue anunciado el segundo encuentro, Cotto recopiló fotos del vendaje que usó Margarito en el enfrentamiento y lo acusó de también haberlo utilizado durante su pelea y fuese ese el principal motivo de su derrota.

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