Es imposible escribir sobre el Boxeo Azteca y su rica trayectoria en el peso Ligero (135 libras) sin mencionar el paso de figuras que descollaron en la Época Dorada del boxeo mundial y enfrentaron a los mejores campeones de entonces, muchos de ellos de todas las épocas tal como Rodolfo Ramírez, Juan Zurita, (segundo campeón mundial mexicano y primero en peso ligero) Rodolfo Casanova y Battling Torres, que fueron las principales figuras mexicanas en dicha categoría luego de Battling Shaw exhibir la calidad y bravura del boxeador mexicano en escenarios norteamericanos desde antes de coronarse campeón mundial Superligero en 1933.

En la competitiva década de los años 70s, el CMB tuvo en las 135 libras como campeón a Rodolfo “Gato” González, quien en sus inicios como Peso Pluma impuso un récord aún vigente para un boxeador latino al ganar los primeros 34 combates consecutivos por KO antes del sexto round, estuvo para esa época también fue campeón Eudibiel Guillén (“Erubey Chango Carmona”), en los años 90s estuvieron Miguel Ángel González, quien realizó 10 defensas titulares ligeras con el CMB, César Bazán, también y Mauricio Aceves, quien fuera el primer campeón de la recién creada OMB. En el pasado reciente vimos brillar en Peso Ligero a José Luis Castillo, recordado por la corajuda oposición que le en el primer combate hizo a Floyd Mayweather en su paso por las 135 libras, combate donde la inmensa mayoría vio al mexicano ganar el combate, más no la decisión de los jueces. El flamante ex-campeón Ligero de la FIB, Miguel “Títere” Vázquez, quien en su propio país es desconocido y poco valorado por no poseer el típico estilo del fajador frontal y bravío, destacándose más bien por su técnica escurridiza y ágil y buen uso del juego de piernas, lo que le ha provocado la marginación en las grandes carteleras.

Un gran olvidado tanto por la fanaticada como por la prensa ha sido el sonorense José Luis Ramírez, quien a juicio personal -como el de muchos entendidos y fanáticos- ha sido el mejor peso Ligero que ha dado el boxeo mexicano tanto por su calidad boxística, estadísticas y la buena calidad de oponentes que enfrentó.

De la carrera amateur de Ramírez es muy poco lo que se conoce debido a su prematura llegada al boxeo profesional: se sabe que desde muy joven abandonó su ciudad natal Huatabampo Sonora, para radicarse en Culiacán Sinaloa, dedicándose a entrenar boxeo bajo la tutela de su entrenador y apoderado Ramón Félix, teniendo entre sus compañeros de cuadra Rodolfo “Borrego” Chávez, trabajando en puesto callejero de “hotdogs” para ganarse la vida. Su llegada al boxeo fue originada por el ambiente humilde en que creció, donde el deporte de los puños enguantados era su salida más segura de la pobreza, tal como fue la historia de Rubén Olivares y Carlos Monzón, para citar dos ejemplos.

El debut profesional se dio en su natal Huatabampo el 25 de marzo del 1973 en el Peso Pluma ante Mario Amparan a quien derrota por TKO en seis asaltos, sus primeras 33 peleas las realizo en Tijuana, Ciudad Obregón, Los Mochis y Culiacán, siendo derrotado por puntos en 10 asaltos por primera vez en su combate 23 ante Sergio Enríquez, de quien no se tiene mayor evidencia de actividad boxística después de esta pelea.

En las 130 libras, derrota Ramírez por puntos a Aurelio Muñiz, su primer contendor de dimensión internacional en una cartelera celebrada en Los Mochis en 1977; posteriormente Ramírez lo derrotaría por TKO en la revancha en 1979 ya peleando en el Peso Ligero. Su segunda derrota vendría en las 130 libras en 1978 a manos del legendario ex campeón mundial unificado del Peso Gallo y también ex campeón mundial Pluma de la AMB Rubén “Púas” Olivares, quien fue el único que lo derrotó por TKO al despacharlo por esa vía en 2 asaltos. Olivares buscaba reposicionarse en el ranking para lograr un nuevo chance titular en los Plumas y curiosamente su retiro fue el mismo día que Ramírez combatía por vez primera a Whitaker en Francia en 1988.

Ya radicado en las 135 libras, y con 6 años de experiencia, el sonorense gana el título nacional de las 135 libras al derrotar al eliminar en 9 asaltos a Badillo Gutiérrez, en Ciudad Obregón, el 15 de junio de 1979, dicho título lo mantuvo hasta su primer chance campeonil mundialista y lo defendió ante rivales calidad como Vicente Mijares, Benjamín Abarca y Ricardo Peralta.

El 14 de noviembre del 1980, José Luis Ramírez se enfrenta en la ciudad de Miami, al inmenso boxeador nicaragüense Alexis Argüello, ex campeón mundial Pluma y Superpluma que para ese entonces había incursionado en peso Ligero y se aclimataba para su combate titular contra el británico Jimmy Watt que era el campeón Ligero del CMB. El zurdo de Sonora fue un digno adversario logrando derribar al “Flaco Explosivo” en el round 6to y hacerle un peleón que cuando mucho le mereció un empate; los jueces marcaron 94-95, 94-97 a favor de Argüello y 98-95 a favor de Ramírez. La balanza se decidió a favor de Argüello por haber presionado y cerrado mejor en los últimos asaltos.

Ramírez no se caracterizó por tener una carrera apoyada por promotores poderosos que mercadearan su figura como se ha hecho con otras figuras ni le buscaron nombre sonoros para acrecentar su prestigio, es esta la razón por la que tuvo que esperar mucho tiempo para ser tomado en cuenta y al igual que Joey Giardello, el chance titular le llegó después de muchos años de mucho batallar. Luego de vencer al dominicano Ezequiel Cocoa Sánchez y ya contando con 71 victorias en sus palmares y solo 22 años de edad, se realizo el match el 19 de julio del 1981 entre José Luis Ramírez y el italoamericano Ray Mancini, quien defendía por segunda vez su título ligero de la NABF y sería luego campeón mundial Ligero de la AMB, fue un “duelo de machos” desarrollado en la mediana distancia donde el coraje y la mayor determinación de Mancini, quien se concentro en atacar los planos bajos, se impusieron al estilo ortodoxo de Ramírez en 12 asaltos, quien se mantuvo mayormente a contragolpe usando el jab.

Tras mantenerse peleando en México durante los siguientes meses, gana por KO en tres asaltos el título Ligero de la NABF ante Franki Moultrie ganándose también su primer chance mundialista y fue ante el invicto noqueador borinqueño Edwin “Chapo” Rosario el 1 de mayo del 1983 en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan, Puerto Rico por el título Ligero vacante del CMB, donde el local se impuso por DU con marcador 115-113.

La revancha se pacto para el año siguiente en el Estadio Hiram Bithorn de Puerto Rico, el Chapo se hizo sentir en el mismo primer round con su poderosa pegada derribando al retador, y luego el mexicano en base a determinación hizo una espectacular remontada y con un intenso castigo al cuerpo que luego cambió por ganchos volados de derecha y rectos de izquierda al mentón de Rosario logrando ganar por TKO en el cuarto round luego de que a partir del 0:23 del se iniciara un fuerte intercambio llevando Rosario la peor parte y quedando de espaldas a su rival y con el frente hacia un esquinero, cuando el referee Steve Crosson faltando 9 segundos detuvo el combate declarando al mexicano ganador y nuevo campeón mundial Ligero del CMB, llevándose también el invicto de Rosario.

La primera defensa de Ramírez de su título ligero fue ante al borinqueño ex campeón Superpluma invicto Héctor Camacho: el combate se realizó en Las Vegas. Camacho no se caracterizó por ser un pegador pero sus desplazamientos y manos rápidas unidas a que en ese entonces era más fajador que elusivo más que incómodo de descifrar la para Ramírez, llegando esta a ser derribado en el 1.51 del tercer asalto. Camacho se llevo la victoria de manera convincente y amplia.

Casi dos años después de perder el título cemebeista, Ramírez lo recupera con una victoria por DU ante el ex medallista olímpico Terrence Alí, realizando posteriormente su primera defensa ante Cornelius Boza Edwards, ambas peleas realizadas en Francia. Ya con 29 años de edad cronológica y más de 100 combates a cuestas en 15 de carrera, el zurdo empezaba a dar muestras de cierto declive; su segunda defensa titular la realizó ante el invicto ex medallista olímpico Pernell Whitaker en Francia el 13 de marzo del 1988, en un combate que oficialmente ganó, más señalado por la prensa deportiva y la mayoría de los entendidos como una decisión polémica, muy alejada de la realidad y que favoreció al mexicano debido a que supuestamente Whitaker no era el candidato idóneo o conveniente que José Sulaimán y Don King querían para la unificación de títulos ligeros con la AMB. Whitaker, como era su costumbre nunca buscó el combate, más se mantuvo al contragolpe usando muy bien el jab y atacando con ganchos de derecha mientras retrocedía y a Ramírez se le vio errático en sus golpes de poder y con dificultad para cortar el cuadrilátero y bloquear las salidas al “Sweet Pea”,

El 29 de octubre del 1988 se realizó en Las Vegas el pleito de unificación de títulos ligeros contra su compadre y ex compañero de cuadra Julio César Chávez que para ese entonces tenía en su esquina al experimentado Cristóbal Rosas y era el campeón Ligero de la AMB. La pelea fue bastante competitiva e intensa, más a la altura del 11vo, asalto el ocurrió un choque de cabezas en medio de un intercambio de golpes cuando el referee Richard Steele detuvo el combate y por lo profunda de la herida de Ramírez la decisión se fue a la tarjetas ganando Chávez por Decisión Técnica. Respecto a esta pelea dijo Ramírez en una entrevista:

“Julio ya era Campeón, tenía muy buen récord y entonces se hizo la pelea. Fue una noche muy difícil, nos dimos varios golpes muy duros pero hubo un choque de cabezas y como él llevaba la ventaja por los puntos le dieron le dieron el triunfo”.

La revancha contra Whitaker se dio en agosto del 1989 estando en juego el título ligero de la FIB que tenía el norteamericano y el vacante del CMB. Esta vez Whitaker no dejó dudas de su superioridad boxística y ganó por amplio margen marcando los jueces 120-108, 120-109 y 117-111. 

Al año siguiente regresó a Francia para enfrentar por el título mundial Superligero de la AMB ante Juan Martín Coggi quien lo derrota por DU, colgando Ramírez los guantes de manera definitiva. Cabe mencionar que en las postrimerías de su carrera sufrió la pérdida por ahogamiento accidental de su entrenador Ramón Félix, lo cual fue una de las razones que lo llevaron a optar por el retiro. Durante 17 años de carrera acumuló foja de 102 combates ganados, 8 reveses y 82 KOs. Su estilo de guardia zurda se caracterizó por ser fajador, valeroso y de choque, usando su gancho volado derecho y el recto corto de distancia como armas principales y buen manejo de las cuerdas.

Injustamente José Luis Ramírez no figura en el Salón Mundial de la Fama del Boxeo de Los Ángeles, ni en el Internacional de Canastota pese a tener sobrados méritos. El dinero que gano peleando se esfumó por un manejo inadecuado, cosa que es común en la mayoría de los boxeadores, en la actualidad está alejado de los gimnasios y de los reflectores, vive en Huatabampo, goza de buena salud y se le ve frecuentando a sus familiares en Culiacán; se dedica a la recolección de latas de aluminio para venderlas a las recicladoras y ocasionalmente trabaja en desabolladura de automóviles siendo común verlo andar en bicicleta o entre el público de alguna función boxística municipal.

El mejor Peso Ligero de la historia pugilística mexicana es un gran ¡campeón olvidado!

Por: Rauly Mendez Acosta
Twitter: @RaulyMendez
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