MARTIN LUTHER KING, MUHAMMAD ALI, SUS BATALLAS…

Probablemente el boxeador más famoso de todos los tiempos, medallista de oro olímpico, nacido como Cassius Clay, Muhammad Ali ganó muchas batallas históricas entre ellas en contra de Joe Frazier y George Foreman.

Podría decirse que ha sido el atleta que más abiertamente ha expresado sus ideas, en todos los tiempos, su frase «Flota como una mariposa. Pica como una abeja.» se ha convertido en un clásico en todo el mundo.

Del mismo modo, la oratoria estaba en la sangre del Dr. Martin Luther King Jr, quien, al igual que su padre se convirtió en un predicador bautista. Desde muy joven, King utilizó sus habilidades retóricas superiores para difundir la palabra de Dios y la igualdad, llegó a crear uno de los discursos más famosos de todos los tiempos, I Have A Dream.

Martin Luther King tenía 13 años cuando nació Cassius Clay (Muhammad Ali) en Louisville, Kentucky, el 17 de enero de 1942. Sin saber, que se convertirían en dos de los hombres más poderosos e icónicos de la historia americana, por razones muy diferentes.

Ambos nacidos en partes de segregación racial en el sur de América, King, de Atlanta, Georgia. Era hijo de un reverendo clase media misionero bautista, mientras que el padre de de Cassius pintada vallas publicitarias y su madre trabajó como empleada doméstica.

El desarrollo de los dos hombres no podría haber sido más diferente, Cassius Clay optó por una vida en el boxeo desde la edad de 12 años y Martín asistía a la Universidad Morehouse desde que tenía 15, debido a su inteligencia avanzada. Pero serían las acciones de un poco más adelante en la vida de cada uno lo que definiría sus historias para siempre.

En 1965, en el apogeo de sus carreras, las vidas normalmente separadas de Clay (quien se había unido a la Nación del Islam y cambió su nombre a Muhammad Ali) y el Dr. King chocaron cuando ambos se opusieron públicamente al envío de hombres de raza negra para combatir en la guerra de Estados Unidos contra Vietnam.

Aunque el King ya había organizado una importante cantidad de protestas masivas contra la desigualdad racial durante muchos años, fue la primera vez que se había alineado con el boxeador.

Ali, fue a menudo rechazado por una variedad de activistas de los derechos civiles de alto rango, entre ellos el director ejecutivo de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), Roy Wilkins, debido a que sus puntos de vista fueron considerados demasiado controversiales.

De hecho, Wilkins describió una vez al campeón de peso pesado (Ali) como un «miembro voluntario del Concilio Blanco de los ciudadanos», que eran una organización supremacista blanco americano.

Al Dr. King rechazar la guerra, se puso en conflicto directo con el presidente Lyndon Johnson, quien siempre había defendido protestas y negociaciones entre la comunidad de negros y el gobierno de forma pacífica.

Ali fue reclutado por el ejército para servir en Vietnam, pero se negó a convertirse en soldado a causa de sus creencias religiosas. Y lo acusaron de objetor de conciencia a la acción militar.

En su estilo cada vez más elocuente, resumió su condena de la guerra y la tensión que los estadounidenses negros sentían a manos de una sociedad racista, diciendo:

«¿Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a 10000 millas de casa y arrojar bombas y tirar balas a gente de piel oscura mientras los negros de Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más simples? No voy a ir a 10000 millas de aquí y dar la cara para ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos».

Declarado culpable en 1967, por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de rechazar la inducción en las fuerzas armadas, Ali fue despojado de su título mundial de peso pesado y se le prohibió el boxeo durante tres años y medio.

Ahora ambos vistos como enemigos del estado, el Dr. King (ya bajo sospecha de comunista por el gobierno de Estados Unidos y bajo constante investigación por el FBI) elogia a Ali diciendo:

«Y digo esta mañana que es mi esperanza que todo joven en este país que encuentre que esta guerra es cuestionable,  oponible, abominable e injusta se registre como un objetor de conciencia,  sin importar lo que se piense de la religión del señor Muhammad Ali ciertamente hay que admirar su valentía…»

En el mismo 1967, los dos hombres se reunieron en público en una manifestación por la vivienda justa en Louisville, la ciudad natal de Ali. Parece que esta era la primera y única vez que se habían visto. Pero en realidad, la vigilancia intrusiva del FBI de la vida del Dr. King llevó a descubrir que se habían reunido previamente y lo tenían grabando.

Las cintas solamente salieron a la luz en 1971 después que un grupo de activistas anónimos irrumpieron en una pequeña oficina del FBI y le robaron 1.000 documentos que revelaban años de escuchas telefónicas sistemática y la manipulación mediática.

Curiosamente los activistas entraron en la oficina, mientras que gran parte del país estaba viendo el combate Ali vs Joe Frazier el 08 de marzo 1971.

Sin embargo, en 1977, nueve años después del asesinato del Dr. King (y tras las presiones de los grupos de derechos civiles, que estaban enojados por el descubrimiento de vigilancia secreta del FBI sobre el pastor) un juez de distrito ordenó que todas las copias conocidas de las cintas de audio grabadas y transcripciones escritas, a ser clasificadas y reprimir del acceso público hasta 2027.

Pero lo que sí es público es que estos dos hombres fueron parte de vital en la construcción de  la oposición a la guerra de Vietnam y que desempeñaron un papel vital en el intento de poner fin a la opresión a los negros en Estados Unidos. La muerte le llegó al  Dr. King en marzo de 1968, a la edad de 39 años. Pero su lucha no terminó, Ali continuó incansablemente haciendo campaña por la igualdad no sólo en los EE.UU., sino también en Sudáfrica y en todo el mundo.

A la edad de 74 años y  tras 32 años de lucha contra el parkinson, Muhammad Ali falleció y nos recuerda la vida del Dr. King, quien habría tenido 88, hoy recordamos que el legado de estos iconos es inconmensurable.

«Que Viva la libertad, el amor y el boxeo…»

 

Por: Héctor Guzmán
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