Anderson Silva simplemente estuvo impresionante en su participación en la velada que protagonizaron la leyenda del boxeo a nivel mundial, Evander Holyfield (reemplazo de última hora de Oscar De La Hoya) y la ex estrella de la UFC, el brasileño Vitor Belfort.

El ex campeón del mundo de la UFC y además leyenda en esta modalidad de artes marciales mixtas, se enfrentó al debutante en el mundo del boxeo profesional Tito Ortíz, en una pelea donde el claro favorito de la noche era Anderson Silva, y el ahora boxeador carioca, no defraudó en lo absoluto. El combate estuvo pactado a 8 episodios de 2 minutos cada uno de ellos.

La pelea comenzaría con un Tito Ortíz siempre yendo al frente durante todo el primer episodio del duelo, buscando conectar a Silva en la parte media del cuerpo y también en la cabeza; acorraló pro momentos a Anderson Silva, pero nunca consiguió conectarlo de manera efectiva como para ponerlo en aprietos.

Silva manejaba de manera cautelosa el jab y boxeaba hacia atrás, manteniendo a raya lo más que podía a Ortíz, pero llegó un momento en el primer episodio en donde estuvo contra las cuerdas en una de las esquinas y en una intensa ofensiva de Tito Ortíz en donde descargó la artillería pesada, una soberbia mano derecha de Silva, consiguió aterrizar en la quijada de Ortíz fue suficiente para desconectar por completo el cerebro del cuerpo de este y cayó fulminante y liquidado a la lona.

Al no ver respuesta positiva de poder continuar peleando, el árbitro no tuvo más remedio que detener las acciones para evitar castigo innecesario en Tito Ortíz, y de esta manera Anderson Silva conseguía la victoria por la vía del nocaut en el mismo primer episodio y colocaba su récord profesional en 3 victorias, 2 de ellas por nocaut y 1 sola derrota.

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