Llegó unos de los debuts más curiosos en Campeonatos Mundiales, y precisamente estamos hablando del de Elisa Williams quien tuvo uno exitoso en el Mundial de la AIBA el jueves. La boxeadora panameña se llevó una amplia decisión 5-0 sobre otra debutante, Hinami Yanai de Japón, temprano el primer día de competencia en el estadio Indira Gandhi de Nueva Delhi.

Elisa Williams (AIBA Photos)

Pero no fueron solo las tarjetas que separaron a a Hinami y Williams en el ring. Con solo 19 años, Yanai es una de las peleadoras más jóvenes en la división de 60 kg femenina. Williams, por otro lado,  es con 38 años de edad, y abuela de un niño de dos años, fácilmente una de las de mayor edad en la competencia.

Y aunque hizo mucho daño con sus dos guantes de 10 onzas, Williams también está familiarizada con dar castigo con otra pieza de veinte onzas: su pistola Glock de 9 mm, el arma estándar que se entrega a los miembros de la Policía de la Ciudad de Panamá.

Elisa Williams in action (AIBA Photos)

Williams es una sargento en la fuerza, ese es su trabajo a tiempo completo. Ella también ha tenido razones para usar su arma.

“Me han disparado y también he disparado contra criminales. Hace cinco años, estuve involucrada en un fuego cruzado. Pero estaba con mi equipo y no fui alcanzada. Atrapamos al criminal y lo enviamos a la cárcel”, relató.

El boxeo, a pesar de la posibilidad de recibir un golpe en la cara, se compara favorablemente con patrullar las calles.

“El boxeo es mucho más fácil que estar en la policía”, dice ella. Sin embargo, fue a través de la policía que Williams entró en el boxeo, incluso si llegó bastante tarde en su carrera. “Solo comencé a boxear cuando tenía 30 años”, explicó a través del entrenador Saul Saucedo.

Si bien Panamá tiene una rica historia de boxeadores, Williams no había sido atraída por el deporte cuando joven. Sin embargo, había sido deportista, representando al equipo femenino de softbol de Panamá en su juventud. “Solo cambié al boxeo porque me permitió pasar más tiempo con mi familia”, dice.

Elisa Williams getting ready for her fight (AIBA Photos)

Pero lo que comenzó como un hobby se convirtió lentamente en una obsesión. Ahora, se ha vuelto más difícil para ella elegir entre el deporte y su trabajo. “Es difícil darles tiempo a los dos. Es muy difícil hacer mi trabajo y también el boxeo”, dijo Williams.

Es por eso que han pasado ocho años desde que se puso los guantes de boxeo para debutar. “Quería competir en los Juegos Olímpicos de Río, pero no pude clasificarme. Acababa de pasar de la división de peso de 64 kg a la división de 60 kg, por lo que me tomó tiempo ajustarme”.

El cambio al peso ligero ha tenido éxito hasta ahora. Este año, Williams ganó el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y luego un bronce en el Elite Continental Tournament. A pesar de su éxito, a Williams le resulta difícil convencer a su familia de que tome el boxeo igual que ella.

Elisa Williams in the inside (AIBA Photos)

“Mis hijas Elisabeth y Marciel no boxean. Pero mi nieto Marial tiene dos años. Tal vez se convierta en boxeador”.

Por el momento, sin embargo, su vista está fija en los Juegos Olímpicos de Tokio. “Quiero ir a los Juegos Olímpicos de Tokio y después de eso terminaré con el boxeo”.

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