El pasado 1 de noviembre, la joven boxeadora de 18 años, Nicola Rattray fue hallada muerta en su casa en Inverness luego de haber regresado recientemente al ring, después de dar a luz a una niña en marzo del 2018.
Nicola estaba retomando sus entrenamientos y sus amigos dijeron que estaba “lucendo mejor que nunca” cuando la vieron entrenar el jueves por la noche en el gimnasio Merkinch Hall de su club de boxeo, por lo que no esperaban la desconsoladora noticia.
En una página de recaudación de fondos de GoFundMe , amigos y familiares dijeron que sus vidas habían sido “destrozadas” luego de la muerte de Nicola.
En un comunicado, dijeron:
“Nicola tenía talento de muchas maneras, como ser parte de la banda de tubos, tener pasión por el boxeo y, lo más importante, ser la mejor mamá para el bebé Breigha.
“Esta época del año es difícil para todos, especialmente por estar tan cerca de la Navidad”.
