La enfermedad de Parkinson hoy en día es una de las que lamentablemente aún no tiene cura y esto puede llegar a ser muy frustrante para toda persona afectada por la misma o cercana.

Sin embargo, esto no quiere decir que no existan medicamentos que ayudan a mejorar los síntomas de los pacientes y algo positivo para esta enfermedad es el ejercicio moderado, el cual está más que comprobado, tiene un impacto sumamente positivo para poder retardar efectivamente el desarrollo de la enfermedad.

La neuróloga Danielle Larson del Centro Médico McGaw  de la Universidad Northwestern en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos, y además miembro de la Academia norteamericana de Neurología, decidió implantar un estudio sobre realizar practicas de boxeo pero en esta ocasión, sin contacto alguno.

En la investigación tuvieron participación un total de 1.709 personas quienes padecen de la antes mencionada enfermedad, y poseen una edad promedio de 69 años. El 43% de ellos asistió a tres o más clases por semana, el 48% a dos y el 9% únicamente a una clase de promedio por semana. No eran clases de boxeo rutinarias, la particularidad de estas es que eran sin contacto alguno, en lo absoluto. Clases en grupos de 90 minutos en las que los participantes ejecutaron una rutina de boxeo para ganar fuerza, velocidad, agilidad, resistencia, coordinación de mano-ojo, trabajo de pies y precisión.

Paul Shoemaker of South Hadley punches a bag Oct. 24, 2017 during a Rock Steady Boxing class for people with Parkinson’s disease at DopaFit Parkinson’s Wellness Center in Eastworks.


Finalizado el programa, se hizo una encuesta a los participantes sobre los cambios que tuvieron en su vida, incluyendo lo más importante, la parte médica y los resultados hablan por sí solos. Un 70% de ellos respondió que sentía que había mejorado su vida social, el 63% aseveró que sentía menos fatiga, el 62% que tenía menos miedo a caerse, el 60% manifestó que había experimentado un mejor estado ánimo y el 59%, que sentía menos ansiedad.

El 99% de los participantes actuales y el 94% de los que habían boxeado antes recomendaba el programa empleado (Rock Steady Boxing) a otras personas con la enfermedad de Parkinson.

«El ejercicio moderado se ha asociado durante mucho tiempo con un impacto positivo en algunas personas con párkinson, pero el resultado de este programa específico parece particularmente favorable para la mayoría de las personas».

La doctora Larson manifestó que los pacientes que padecen de esta enfermedad, pueden mejorar notablemente su calidad de vida y tener más probabilidades de ejercitarse y el boxeo es algo súper positivo para comenzar.

Elaine English of Amherst, left, and George Dobiecki of Southampton punch bags Oct. 24, 2017 during a Rock Steady Boxing class for people with Parkinson’s disease at DopaFit Parkinson’s Wellness Center in Eastworks.

«Esto demuestra que los que practican Rock Steady Boxing tienen una mejoría en los síntomas no motores de la enfermedad y, en comparación con los no lo hacen, tienen una calidad de vida significativamente mejor y es más probable que se sientan seguros al realizar ejercicio de forma regular», añadió Larson.

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