CANELO ÁLVAREZ Y EL CMB EN NUEVA CONTROVERSIA, SON BLANCO DE CRÍTICAS

Como pólvora corrió la noticia. Canelo Álvarez fue ordenado a disputar el cetro mundial súper mediano del Consejo Mundial de Boxeo en contra del turco Avni Yildirim, mismo título que David Benavidez dejó en la báscula el viernes pasado en la ceremonia de pesaje para su pelea ante Roamer Angulo. Álvarez y equipo, ni tardos ni perezosos, enviaron una petición por escrito al organismo presidido por Mauricio Sulaimán en donde, formalmente, manifestaron sus intenciones de que el de Jalisco combatiera por la faja desocupada.

Muchas son las circunstancias que llevaron a este punto a los involucrados. Los problemas de Canelo de cuadrar una pelea, los de DAZN de encontrar un rival «barato» acorde a los tiempos de pandemia en donde el público no puede acceder a las Arenas y por consiguiente no hay ganancias por taquillas. Lo cierto es que, nuevamente, una entidad sancionadora se ha alineado a los intereses de una gran promotora. Ya lo dijo Gilberto Mendoza en entrevista para El Boxcast, sin mucho pudor y sin ruborizarse siquiera, los organismos se adhieren a los intereses de las grandes promotoras que a final de cuentas son las dueñas del negocio.

Ni Álvarez, ni Billy Joe Saunders, ni Callum Smith estaban dispuestos a recibir una bolsa que, para ellos, no fuera la adecuada por una gran pelea. El Canelo tiene firmado un contrato con la plataforma en donde se le debe pagar aproximadamente 35 millones de dólares por encuentro, suma que en esta era de contingencia la compañía de streaming no estaba dispuesta a desembolsar ¿La solución? Pues parece que Golden Boy Promotions, en conjunto con el CMB la han encontrado.

Sobra decir que Avni Yildirim, pese a ajustase al estilo del Canelo, al ser estático y frontal, no es un boxeador que esté al nivel de enfrentar al mexicano y ni siquiera de combatir por un cinturón universal. No tiene ni las habilidades, ni el pedigree y muchos menos los merecimientos para hacerlo, pero a su favor tiene que es el clasificado número 1 del CMB en las 168 libras y que es un oponente «barato», uno que muy seguramente no exija recortar la bolsa del Canelo.

Avni Yildirim fue noqueado en 3 rounds por Chris Eubank Jr. en octubre del 2017

Yildirim no ve acción desde febrero del 2019, cuando sucumbió con Anthony Dirrel, el mismo Dirrel que fue desbaratado por Benavidez en su siguiente reyerta.

Hace algunos días David ‘Bandera Roja’ Benavidez decía para Fight Hub que: “Todos (los campeones de 168 libras) recibieron una oferta del Canelo, pero yo no recibí ninguna oferta. Callum Smith,Caleb Plant, Billy Joe Saunders, todos recibieron una oferta, y yo no. Así que no sé qué esté pasando con eso”.

Y ciertamente ni Canelo ni Golden Boy parecían estar cómodos con la idea de un enfrentamiento con Benavidez, un muchacho de 23 años, rápido de manos, fuerte y grande de talla para la categoría. Quizá tan grande que ya no vuelva a la misma luego de fallar en el peso.

«¡Oportunista!», gritó, por su parte, hoy en redes sociales Billy Joe Saunders, otro campeón ecuménico de la categoría, tirando más tierra al Canelo. Saunders era el que originalmente se vería con Canelo en el ring en mayo pasado, pelea que sin embargo nunca fue oficial y un plan que se diluyó por el Covid-19 y sus estragos en el deporte mundial. Finalmente, hace mes y medio, el inglés también se descartó para ir en contra del azteca en septiembre, alegando el dinero y el poco tiempo de aviso como principales argumentos.

Canelo Álvarez Renuncia al título del CMB: ¿qué hay detrás? - FDB plus

Canelo Álvarez fue ordenado por el CMB a disputar el cetro mundial súper mediano ante Avni Yildirim

En este momento el medio es un hervidero y en términos generales las críticas al CMB, a Golden Boy y a su súper estrella no cesan. Los que justifican todo de su preferido lo están haciendo de nueva cuenta y los que con nada están conformes tratándose de Álvarez, que a simple vista parece la gran mayoría, hacen lo propio. Pero también hay quien reconoce a Canelo como un excelente peleador, con una carrera mal manejada y con una credibilidad cuestionable.

Los boxeadores no tienen miedo de enfrentar a nadie y menos uno que tiene desde los 15 años peleando profesionalmente como Canelo. Pero también es justo decir que Álvarez cada vez más seguido aprovecha «oportunidades» que para la mayoría de los fanáticos y medio especializado son casi prácticas desleales o ventajosas.

¿Quien tiene la culpa de que Canelo vaya a enfrentar a un púgil que tiene ínfimas oportunidades de ganar? Pues el CMB, Golden Boy Promotions, DAZN y el Canelo. Y no los enumeré por orden de «culpa».

Pero ¿como es que el pelirrojo pudo acceder a esta chance mundialista? Sencillo, pidió (podríamos decir que casi ordenó) y fue obedecido. Recordemos que «los organismos se adhieren a los intereses de las grandes promotoras», según palabras de Gilbertico Mendoza. El mecanismo fue relativamente sencillo y su explicación tiene su génesis tiempo atrás. Cuando Canelo fue nombrado «campeón franquicia» por el CMB en el peso mediano.

Conforme a la Regla 3.26, a su discreción, el CMB puede, con un voto de la tercera parte de la Junta de Gobernadores, designar en cada categoría de peso un Campeón de Franquicia del CMB. Un Campeón de Franquicia deberá gozar de un estatus especial con respecto a sus peleas obligatorias , teniendo varios títulos y compitiendo por los títulos de otras organizaciones, según las reglas de la Junta de Gobernadores del CMB, caso por caso”.

Reza el comunicado que el Consejo lanzó cuando honró al Canelo con dicho nombramiento. Pero además en el punto número dos de dicho informe dice que:

«El Campeón Franquicia representará con orgullo al CMB en cada pelea como un campeón reinante del CMB, independientemente de cualquier condición específica o título asociado con todas las peleas futuras. Las reglas y regulaciones del CMB se regirán bajo las condiciones tradicionales de boxeo en las peleas de campeones franquicias. El CMB aprobará a través del promotor del campeón franquicia a todos los oponentes programados para pelear».

Y en el punto número 4 que:

«El CMB puede reconocer a un campeón en la división o divisiones donde el campeón Franquicia actualmente compite».

O sea que la entidad lo avisó y sobre aviso no hay engaño. Per se, la designación de Canelo como contrincante al título vacante súper mediano no es falaz. El tener a Yildirim como ranqueado número 1, aún y con año y medio sin pelear y viniendo de una derrota si lo es. Aunque en ese punto el organismo se escuda con que la reyerta entre Dirrel y el de Estambul, la cual ganó el estadounidense por decisión técnica dividida en 10 asaltos luego de que un cabezazo accidental en el séptimo abriera una ceja de Dirrel, fue controvertida y en un fallo anterior se había estipulado que Yildirim debía enfrentar al ganador de Benavidez y Angulo.

Nadie puede decir que Yildirim sea alguien preparado con anterioridad y puesto allí a propósito de los intereses del Canelo y equipo. Simplemente encajó en el momento y la circunstancia perfecta. El turco es el ganón en todo este embrollo puesto que va a percibir una cantidad dinero que tal vez nunca soñó siquiera verla junta, al menos no como pago por su carrera boxistica.

¿Entonces el segundo, tercer o cuarto clasificado de las 168 libras en el CMB?

Digámoslo claro y fuerte. Ni Callum Smith, actual campeón ‘Diamante’ del CMB y ‘súper’ campeón AMB, ni Azuzbek Abdugofurov, segundo clasificado del organismo y campeón ‘plata’ tienen el peso y la mercadotecnia que Canelo si. Tampoco mueven el dinero ni son representados por Golden Boy Promotions, empresa ligada por años al Consejo. Cuantimenos dejarían una cuota como sanción tan jugosa como la que Álvarez significa para la entidad con sede en México. Por esto mismo fue nombrado «Franquicia».

Por si fuera poco, Smith pide un dinero que, como dijimos antes, en conjunto con el sueldo de Canelo (que tampoco se ve dispuesto a ceder cobrando menos) DAZN no va a soltar ahora mismo. En pocas palabras, es un rival caro y con un riesgo mucho mayor al que representa Yildirim, que por su parte, significa poder hacer un duelo «barato» con casi cero riesgo para los planes futuros del Canelo.

Se juntó el hambre con las ganas de comer. La pandemia con un oponente accesible. Se alinearon los astros, la promotora, la estrella, la plataforma y, por supuesto, el organismo sancionador.

El negocio habló, el poder ordenó y su sometido obedeció.

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