¡EL CÉSAR DEL BOXEO!

Considerado por muchos expertos como el mejor boxeador mexicano y uno de los 35 mejores de la historia, Julio César Chávez González, originario de Sonora, México, nació el 12 de julio de 1962. Su padre trabajó para el ferrocarril y su madre se dedicó a su hogar y a cuidar a Julio César y sus 10 hermanos.

Incursionó en el mundo del boxeo a sus 16 años como aficionado. Un año más tarde tuvo la oportunidad de representar a Sinaloa en la Ciudad de México donde perdió ante Diego Ávila; esta derrota lo motivó a querer dedicarse al boxeo profesional. De esta manera se separó de su carrera como púgil aficionado en el que acumuló 14 encuentros.

Debutó como profesional ante el también mexicano, Andrés Félix en 1980, derrotándolo por la vía del nocaut en el sexto asalto. Desde que inició su carrera profesional fue formando un incomparable estilo de pelea; reconocido por sus excepcionales golpes, poderosos ganchos, una mandíbula resistente y la manera de acorralar a sus oponentes. En 1984 obtuvo el título mundial de la categoría superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, tras vencer por nocaut en el octavo asalto al estadounidense Mario Martínez. Con cada pelea iba perfeccionando sus habilidades y técnica.

Julio César ganó su segundo título en la categoría de peso ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) celebrado en Los Ángeles en el año 1987, tras superar a Edwin Rosario a través del nocaut técnico en el undécimo asalto, cuando solo faltaban 25 segundos para el final. Este título fue la consolidación de Chávez como un próximo boxeador legendario.

Para Julio César una de sus peleas más memorables durante su carrera fue contra Meldrick Taylor en marzo de 1990. El mexicano siempre ha confesado que sintió la muerte llegar; inicialmente iba perdiendo, pero una fantástica actuación en el último asalto le sirvió para ganar por nocaut cuando faltaban sólo 12 segundos para finalizar.

Otro legendario encuentro fue el 12 de septiembre de 1992 en Las Vegas, donde se enfrentó a Héctor “Macho” Camacho, el boricua quien inicialmente intentó intimidar a su adversario no lo logró. Ambos nunca escondieron su amistad fuera del ring, pero dentro del cuadrilátero eso quedó de lado y el profesionalismo fue quién protagonizó la épica pelea. Chávez se alzó victorioso por decisión unánime y aunque pidieron una revancha, esta nunca se realizó.

En 1993 se enfrentó a Greg Haugen  en el Estadio Azteca de México y esta se convirtió en una de las peleas más polémicas del boxeo; antes de la disputa Haugen insultó no sólo la carrera de su contrincante sino a la fanaticada mexicana. «Son 82 taxistas de Tijuana que hasta mi madre hubiera podido noquear (…) No hay 130,000 mexicanos que puedan pagar el boleto de entrada”. De esta forma Julio César respondió firmemente “De veras lo odio, cuando me mira, quiero vomitar. Voy a darle la peor paliza de su vida, voy a hacerle tragar sus palabras”.

Todo lo dicho por Greg quedó desmentido, ya que 132.274 personas acudieron al encuentro y Julio César cumplió lo prometido, lo golpeó duramente y para el quinto asalto logró ganar mediante el nocaut técnico. Al finalizar la pelea el mexicano le dijo a Haugen “Ahora ya sabes que no peleo con taxistas”, a lo que el derrotado se limitó a responder “Deben haber sido taxistas muy rudos”.

Chávez fue considerado uno de los mejores libra por libra en los años 90.

Llegó a los 100 combates con sólo 2 derrotas: la primera ante Frankie Randall en 1994 donde disputaban el título de la categoría superligero y la segunda fue en 1995 contra el México americano Oscar de la Hoya, y perdió por la vía del nocaut técnico en el cuarto round.

Así continuó su carrera, marcando la diferencia y acumulando triunfos que le adjudicaron apodos como: “Mr. Nocaut; El Gran Campeón Mexicano o El César del Boxeo”. Y desempeñó su profesionalismo en las categorías: superpluma, peso ligero, superligero y wélter.

Se retiró de los cuadriláteros en 2005, luego de haber sido derrotado por Grover Wiley en un encuentro realizado en Phoenix, Arizona (EE.UU). En el quinto asalto el púgil se retiró a una esquina del ring y se argumentó una fractura en la mano derecha.

Su talento sobre el ring hizo que fuese incluido en el prestigioso Salón de la Fama Internacional del Boxeo en 2011.

En 25 años de carrera de carrera acumuló 115 combates: 107 victorias (80 por KO), 6 derrotas y 2 empates. Entre sus títulos mundiales se encuentras: campeón mundial de peso superpluma del CMB, campeón mundial de peso ligero de la AMB, campeón mundial de peso ligero del CMB, campeón mundial de peso superligero del CMB y wélter ligero de la FIB.