Errol Spence Jr. tuvo una de las mejores (cuidado si no la mejor) actuaciones en toda su carrera en lo que fue su primera defensa del campeonato FIB peso welter.

Spence golpeó a Lamont Peterson hasta que la pelea se detuvo en el octavo round el sábado en la noche. Spence simplemente no paro el tren de pelea en ningún momento.

Spence había controlado la pelea y ambos ojos de Peterson parecían hinchados cuando los doctores lo revisaron después del séptimo asalto. La campana sonó para comenzar el octavo, y Peterson se movió hacia el centro del ring antes de que su esquina le dijera al árbitro detuviera el pleito.


«No sabía que dominaría así», dijo Spence. «Esperaba obtener el nocaut, pero fue una gran actuación».


Spence (23-0, 20 KOs) lanzó una blanqueada en su primer intento defendiendo la corona de las 147 libras FIB que ganó en mayo pasado cuando fue a Sheffield, Inglaterra, y detuvo a Kell Brook en su ciudad natal, rompiendo el hueso orbital del campeón y golpeando lo derribó en el décimo asalto antes de que Brook se arrodillara en el undécimo asalto y la pelea se detuviera.

Spence antes del final de la pelea, iba ganando en todas las tarjetas de los jueces.

Spence conectó más golpes (161) de los que que Peterson lanzó (158) de acuerdo con las estadísticas finales de CompuBox y conectó más de 100 golpes de poder que su rival.


«Pude ver que Lamont estaba tambaleándose antes de derribarlo», dijo Spence. «Fue una gran sensación tener una buena actuación».


Spence arrojó con confianza su jab para calentarse en el primer round, y luego hirió a Peterson con un golpe al cuerpo a lo largo de las cuerdas en el segundo asalto. Intercambiaron golpes duros en el tercero con Spence continuó sin descanso, el trabajo al cuerpo de Peterson.

Spence derribó a Peterson en el quinto asalto, cuando una mano derecha en conjunto a una sólida izquierda en la cabeza hicieron su trabajo en la humanidad de Peterson, quien no pudo soportar y cayó a la lona. Peterson peleó valientemente más tarde el mismo episodio, pero su ojo derecho se estaba cerrando a partir del sexto asalto, debido a todo el castigo recibido, lo que hacía aún más difícil detener los golpes que Spence enviaba sin parar.


«Me estaba golpeando muy fuerte desde bien temprano. Era el mejor hombre esta noche», dijo Peterson.

«Conozco a Lamont, es un boxeador duro. Está dispuesto a morir allí», dijo Spence. «Viste que su entrenador tuvo que detener la pelea porque quería seguir luchando».

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