Una intrigante polémica se está generando en torno al campeón mundial de peso pesado del CMB, Tyson Fury, y es que después de que el pasado 8 de julio se anunció que en su campamento de entrenamiento hubo un brote de coronavirus y horas después se confirmó que él mismo dio positivo, ahora aparecen algunas pruebas de que esto podría no ser cierto y que la trilogía contra Deontay Wilder en realidad se aplazó por falta de ventas.

Ahora Tyson Fury parece estar muy bien de salud y teniendo tiempo para comprar autos lujosos y pasear por Las Vegas, una de sus ciudades favorotas para disfrutar.

Según una publicación de la reconocida empresa ‘Royalty Exotic Cars’, Tyson Fury visitó uno de sus concecionarios recientemente.

Otro hecho que también resulta intigrante es una fotogafía que publicó una usuaria de Twitter en la que aparece junto a Tyson Fury quien luce muy sonriente.

Tyson Fury concede fotos

Si a todo esto se le suman las sospechas del promotor britanico, Eddie Hearn quien dijo que en realidad la trilogía con Deontay Wilder se pospuso por falta de ventas, podría resultar cierta esa teoría de que es falso que Tyson Fury dio positivo a COVID-19.

No había televisora anunciada en el Reino Unido para la trilogía. Fury tiene contrato con BT Sport. Ellos nunca anunciaron la pelea. No vendieron boletos», dijo Hearn en el programa DAZN Boxing Show.

Básicamente, puedes revisarlo tú mismo en línea. No sé si era el 25 o 30 por ciento de los boletos que se habían vendido, pero de cualquier forma es desastroso. No hubo expectación. La pelea iba encaminada a generar muy malas cifras de PPV

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