En su primera defensa del título welter de la OMB, el cual se adjudicó con su gran victoria sobre Manny Pacquiao en julio, Horn logró derrotar a un ansioso Corcoran, quien se dejo llevar por el juego al campeón del mundo.
Horn encontró lo que sería su segunda victoria consecutiva desde Pacquiao, cuando la esquina de Corcoran decidiera tirar la toalla al minuto y 35 segundos del 11vo asalto, dado al estado en el que este se encontraba, ya que su rostro mostraba muchos cortes y el castigo era muy fuerte.
«Me empujó, me presionó todo el combate. Gary es un peleador muy incómodo que me sacó de mi juego en los primeros rounds. Sentí que mi cuerpo estaba un poco apagado pero logré ajustad y logré vencerlo al final», dijo Horn.
«Es genial poder defender el título en Australia, es un lugar tan fantástico y desearía poder traer más combates en Down Under».
Con la perspectiva de pelear contra el ex campeón unificado de peso súper ligero, Terence Crawford, Horn estaba ansioso por probar su valía contra los mejores del mundo.
«Es una gran posibilidad y si eso es lo que todos quieren ver, entonces eso es lo que va a suceder. Es el negocio del entretenimiento, ¿no es así?» él dijo.
Los primeros asaltos de la pelea tuvieron a Horn midiendo y estudiando a Corcoran, y luego como el agresor, presionando a su rival, y siendo igual de agresivo que como lo fue contra Manny Pacquiao en julio pasado.
Corcoran recuperó terreno en el segundo, lanzando un gancho de derecha sobre Horn y sufriendo una serie de golpes al cuerpo en lo que fue un asalto cerrado.
El tercero demostró ser aún más estricto ya que el árbitro instó a ambos peleadores a mantener las cosas limpias. Horn desató una gran mano derecha en Corcoran, pero el británico ni siquiera se inmutó cuando ambos peleadores intercambiaron golpes.
El estado de ánimo cambió en el cuarto asalto cuando Corcoran conectó una serie de golpes en el clinch, y ambos peleadores se golpeaban salvajemente al tocar la campana que daba como finalizado el round.
Horn desafía la fatiga para encontrar el segundo aire en la pelea
Horn luchó de nuevo como el guerrero que es para ganar el quinto asalto, igualando el nivel de pelea, después de superar las tácticas asfixiantes de Corcoran, mientras su esposa Jo, embarazada de ocho meses y esperando una niña, observaba desde el público.
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Los cortes y rasguños de ambos boxeadores comenzaron a hacerse notar a partir del 6to asalto, cuando Corcoran conectó un zurdazo en la cara de Horn antes de que este último antes de finalizar el asalto, conectará también una potente izquierda en la humanidad de su rival para concluir el round de manera impresionante.
Corcoran visitó la lona en el séptimo asalto, pero debido a un tropiezo que sufrió con Horn. El campeón mundial comenzaba a mostrar fatiga evidente y Corcoran al darse cuenta de ello aprovechó para atacar con todo lo que tenía.
Horn fue superado en el séptimo asalto, pero, cada golpe que soltaba y lograba conectar a Corcoran llevaba un gran poder, lo cual de manera evidente hacía daño, y vaya que mucho.
Cuando el corte de Corcoran cerca de su ojo derecho pareció abrirse, Horn encontró energía en el octavo para atacar a su rival de manera constante otro round más, mientras procedía a lanzar muchos más golpes que su rival.
La pelea se intensificó dramáticamente en el 9no episodio ya que ambos boxeadores se «prendieron» para llevar el combate a un territorio demasiado cerca del KO.
Pero algo se agitó en el décimo a favor de Horn. Horn tuvo a Corcoran contra las cuerdas, lanzando un golpe tras otro contra un oponente cansado y sin respuesta alguna.
En el undécimo asalto, con más cortes en la cara que se abrían, la esquina de Corcoran suspendió la pelea, mientras Horn, cansado pero invicto, levantaba los brazos en señal de celebración antes de ser abrazado por el entrenador Glenn Rushton.
«Demasiados cortes, no pude ver los golpes cuando venían», dijo el vencido Corcoran.
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