El 20 de mayo, José Uzcategui (26-2) parecía estar en camino a ganar su primer título mundial cuando conectó una combinación de tres golpes al momento de sonar la campana para finalizar el octavo asalto.
Su oponente, Andre Dirrell (26-2), cayó boca abajo y no pudo continuar.
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El árbitro dictaminó que el golpe final aterrizó después de la campana y descalificó a Uzcategui, lo que le dio a Dirrell el título interino de peso súper mediano de la FIB. Uzcategui estaba arriba en los puntos en dos de las tarjetas de los jueces.
Después de que terminó la pelea, el tío y entrenador de Dirrell, Leon Lawson, todavía estaba molesto por la secuencia de golpe que causó la descalificación y cruzó el cuadrilátero y golpeó a un desprevenido Uzcategui.
Se emitió una orden de arresto contra Lawson y eventualmente este se entregó. El caso judicial funcionó y los cargos finalmente se redujeron a un delito menor, pero Lawson fue suspendido por el WBC, la WBA y la Asociación de Comisiones de Boxeo. Después de revisar la pelea, la FIB ordenó una revancha inmediata.
Uzcategui tenía sus dudas de que Dirrell cumpliera con la orden, pero reveló que Dirrell de hecho había estado de acuerdo.
Ahora que la revancha finalmente tiene una fecha, Uzcategui está muy contento de que tenga una oportunidad de redención.
«La revancha va a suceder el 26 de enero. Todavía no tenemos una plaza pero estamos entrenando y estaremos listos para esa fecha», dijo Uzcategui.
El venezolano de 27 años que vive en Tijuana, México, tiene toda la confianza del mundo después de su primer encuentro. Siente que la pelea será mucho más fácil esta vez.
«Tengo más confianza ahora después de la primera pelea. Esta vez lo haré aún mejor. ¡No durará más de tres asaltos!» Dijo Uzcategui.
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