A la prensa, fanáticos y amigos:

Desde que tenía nueve años de edad aprendí que para alcanzar lo que se quiere hay que tener disciplina, empeño y ganas de hacerlo. Desde muy joven quise convertirme en un boxeador profesional por muchas razones; desde querer representar a mi familia, mi pueblo y a mi Puerto Rico.

Por mis destrezas, equipo de trabajo, que Dios fue colocando en mi camino, y las oportunidades que fuimos escalando, he representado dignamente a mi país en el equipo de las Olimpiadas en Atenas Grecia, en 2008 logré convertirme en el campeón mundial de las 122 lbs de la OMB y en el 2010 de las 126 lbs de la OMB.

Le doy gracias a Dios por todas estas oportunidades y también por las personas que han estado siempre cerca de mí para apoyarme y me han impulsado a alcanzar invaluables victorias que jamás pensé posible.

Hoy, sigo en pie de lucha demostrando que la vida tienes sus altas y bajas y que todo tiene un propósito. Seguiré luchando incansablemente por hacer lo que me apasiona. El deporte es una de las mejores herramientas que tiene una sociedad para canalizar la salud mental y lograr la unión de un pueblo, además de que sigue siendo el sustento de mi hogar.

Es por esto que seguiré levantándome cada día con el mismo ímpetu que me caracteriza desde que tenía nueve años de edad, porque mi prioridad es la de sostener a mi familia, ser un mejor padre, compañero, hijo y amigo para quienes me rodean, también lo es el seguir aportando al crecimiento de mi isla que tanto lo necesita.

Aquí hay Juanma para rato, ya que como dijo Mario Benedetti; “La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario”.

Gracias por la atención.

Juan Manuel López Rivera

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