El boxeador filipino quiere ir a peso medio y conquistar un título en dicha división, una completa y total locura. Imagínense que no pidió a ningún tibio ni frió, quiere medirse ante nada más y nada menos que Gennady Golovkin y añadir a su curriculum otro título y otra gran hazaña más.

Muchos a veces ponemos en duda la capacidad de Manny Pacquiao hasta que se sube al ring con boxeadores de 10 o 15 años menos que el y los arrolla por completo de principio a fin. Lo vimos con invictos peligrosos, libras por libra, más altos, bajos, grandes físicamente y aún así, sigue haciendo lo mismo una y otra vez.

Ahora su deseo o capricho, de anhelar conquistar una nueva categoría más podría llevarlo a que sea su ultima pelea. Recientemente, su entrenador, Freddie Roach confesó a Chris Mannix de DAZN lo siguiente:

«La cuestión es que Manny podría querer ir un poco más alto y pelear contra GGG o contra uno de esos tipos que se supone que es el mejor del mundo hoy en día, porque Pacquiao todavía desea ser el mejor».

Pacquiao tiene 41 años, sus últimos dos combates ante dos boxeadores de mayor alcance, pegada y estatura fueron ante Oscar de la Hoya (2008) y Antonio Margarito (2010). Al hoy promotor lo envío al retiro y al tijuanense a un hospital y con secuelas muy graves. A ambos los golpeó de principio a fin. Pero eso fue hace 12 y 10 años respectivamente, y en pesos pactados. Ante Gennadiy Golovkin sería en 160 libras o si la llegaran a pactar en 158 y sigue siendo de mucho riesgo. Un golpe bien conectado de “Triple G” y se acaba la carrera del “Pacman”.

El legado de Manny Pacquiao está escrito en letras doradas en la historia de este gran deporte. No le queda nada para demostrar. Conquistó su primer título mundial en peso mosca y no paró hasta adueñarse del título de peso superwelter. Venció a grandes nombres, salones de la fama y boxeadores que reinaron en diferentes categorías.

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