LUIS ‘KING KONG’ ORTÍZ ANTE SU ÚLTIMO GRAN BAILE ESTE SÁBADO

Luis Ortiz (31-1, 26 KO’s) se encuentra actualmente en un momento definitorio y especial en su carrera. El boxeador cubano de 40 años de edad tendrá una de las peleas más importantes, quizás la más, el día sábado cuando se enfrente por segunda ocasión al actual campeón pesado del CMB, Deontay Wilder.

Una de las revanchas más esperadas por los fanáticos, debido a toda la acción, emoción y la ansiedad que produjo la primera pelea. En marzo de 2018 Ortíz estuvo a punto de dar la sorpresa de la noche y mantuvo al borde del nocaut a Wilder, pero el norteamericano pudo recuperarse para revertir las acciones y noquear el cubano.

Deontay Wilder & Luis Ortiz (Photo By TGB Promotions)

Wilder busca demostrar que su victoria si bien no fue la mejor en cuanto a rendimiento, es meritoria y este sábado busca demostrar que sigue siendo el peso pesado más peligroso de los últimos tiempos. Sin embargo, esto no afecta ni asusta en lo absoluto al boxeador cubano quien ha hecho ajustes desde la primera pelea, tanto dentro y fuera del ring, y espera poder terminar lo que comenzó en la primera pelea.

«Wilder es el mejor peso pesado de esta década y hasta que alguien le derrote lo seguirá siendo. Tenemos una estrategia diferente y creo que será la gran diferencia. Mis planes son acabarle antes de la campana, pero si necesitamos llegar lejos, estoy preparado. Aunque si tengo la oportunidad como en la pelea anterior, no voy a dejar de golpearle hasta terminarlo. Lo voy a buscar y lo destruiré»,

 

Luis Ortíz (Photo By Team Ortíz)

Ortiz se ha mantenido entrenando en la ciudad de Las Vegas, donde hizo una preparación dura y esto se puede apreciar debido a que su aspecto es totalmente distinto al del año pasado. Mucho más definido, más musculoso y con notoria perdida de peso.

«Hice cosas diferentes con mi dieta y creo que eso me hará rendir a un alto nivel. Mi peso está justo donde quiero», finalizó.

 

Luis Ortíz (Photo By Team Ortíz)

A pesar de cargar con 40 años encima, Luis Ortiz se siente un boxeador de alma, espíritu y corazón joven y sigue con la misma hambre y ambición de siempre, y el sábado por la noche espera poder colgarse encima el cinturón verde y dorado.