Manny Pacquiao ni siquiera puede creer todo lo que ha logrado en su vida y en el boxeo. De procedencia muy humilde en su natal General Santos, Filipinas, ‘Pacman’ ha sido campeón mundial en ocho diferentes divisiones (en 6 por títulos reconocidos mundialmente) y toda una leyenda del pugilato contémporaneo.
“Créanme, de donde vengo, no puedo creer lo que he hecho, lo que he logrado”.
Reflexionó Pacquiao.
Manny logró dejar atrás un historial de violencia intrafamiliar y de vicios para convertirse en el máximo ídolo de su país y un referente ya en la historia del boxeo, además de volverse a la religión cristiana yu senador por su nación.
“Hasta ahora, estoy asombrado de lo que he hecho. Experimenté dormir en las calles sin comida ni refugio. Mi relación con Dios y de dónde vengo me inspira. Siempre pienso en mi familia, en mí y de dónde vengo. Qué difícil era la vida, todas esas cosas. Por la guía de Dios, siempre estoy inspirado”.
Dijo Pacquiao, quien se siente orgulloso de su caracter afable, en especial con sus contrincantes antes de una contienda.
“Sí, ser un ejemplo, especialmente para no hablar basura antes de la pelea. Quiero que el boxeo y los peleadores tengan un alto nivel de los fanáticos y de la gente. Somos luchadores en el ring. Entretenimos y damos lo mejor de nosotros, pero el boxeo exterior es una inspiración y da honor y respeto”.
Sostuvo.
El astro tagalo regresará al ring, luego de más de dos años de no combatir, el próximo 21 de agosto y desafiando al monarca unificado CMB y FIB de los welters, Errol Spence Jr., una batalla que se escenificará desde la T-Mobile Arena de Las Vegas y será llevada a los Estados Unidos por Showtime en su modalidad de pago por visión (PPV).