MIKEY GARCÍA GANÓ BIEN, PERO LAS 147 LIBRAS NO SON LO SUYO Y PUNTO

Mikey García tuvo anoche una actuación impresionante y de alto calibre ante Jessie Vargas y finalmente pudo conseguir su primera victoria en la división de peso welter, quizás la más competitiva hoy en día en el boxeo mundial.

Si bien por momentos se vio algo complicado ante Vargas, Mikey pudo ajustar a medida que avanzaba el combate y pudo inclusive enviar a la lona a Jessie y ponerlo al borde del nocaut en más de una oportunidad. Finalmente obtuvo la victoria por la vía de la decisión unánime y se adjudicó el cinturón diamante del CMB.

February 29, 2020; Frisco, TX, USA; Mikey Garcia and Jessie Vargas during their main event bout on the Matchroom Boxing USA card at the Ford Center at the Star in Frisco. Mandatory Credit: Ed Mulholland/Matchroom Boxing USA

Claro, las emociones y el buen sabor que dejó la pelea de anoche tiene a muchos entusiasmados con lo que podría ser la incursión de lleno de Mikey en las 147 libras, pero esto no debería ser así. A ver, me explico; El estar emocionado no está nada mal, pero hay que hacerlo siendo realistas, que la emoción no sobrepase el nivel de racionalidad.

Sí, Mikey lució impresionante anoche, pudiéramos catalogar la victoria como una ‘paliza’ a Jessie Vargas, pero la realidad es que si se analiza a fondo el combate, Mikey fue superado ampliamente en varios momentos del combate por la velocidad de Vargas, un welter mucho más natural y además de ello, la constante mano izquierda estuvo bastante tiempo aterrizando en el rostro de García.

Mikey no se vio en aprietos contra García, o al menos el lenguaje corporal no lo delató, pero la realidad es que cualquier peso welter élite, clase ‘A’ si prefieren llamarlo de ese modo, conecta los mismos golpes que anoche Vargas lanzó, la realidad podría ser otra.

No estoy tan seguro de que Mikey pueda soportar la pegada de Shawn Porter, Keith Thurman, Manny Pacquiao, Terence Crawford, Danny García, e inclusive un 147 libras en ascenso como Vergil Ortíz Jr.

No estoy diciendo que Mikey sea un peleador más del montón, es simplemente que las 147 libras no es su peso y no lo veo haciendo una gran carrera en dicha división. Algo que me llamó la atención fue que en la parte final de la pelea cuando Vargas lucía más endeble y propenso a ser victima del nocaut, Mikey bajó la intensidad. ¿Cansancio? ¿Exceso de confianza? Creo que es la primera y esto debido al peso y que si bien Vargas, repito, no lo puso en malas condiciones, pero si impuso un tren de pelea que fue exigente.

Mikey es un tipo inteligente y en la entrevista post pelea comentó que le gustaría una revancha con Errol Spence, cosa que para mi fue más por quedar bien delante de la opinión pública, pero además comentó que desea una oportunidad ante Manny Pacquiao (campeón welter AMB) y esa es una decisión sabia, como también inteligente.

Manny es un welter pequeño y solo por ello es el campeón más «accesible» (además de la edad) para que García pueda conquistar un campeonato mundial en una quinta división y hacer historia. ¿Qué sería mejor que ganar ese campeonato ante una leyenda vigente y de nivel como Manny? Mucho se habla de que el combate tendrá lugar este mismo año y Arabia Saudita se comenta sería el lugar ideal.

Si Mikey y Manny se llegan a enfrentar, sigo pensando que Mikey pasará trabajo y le costará poder dominar a un Pacquiao que si bien dejó atrás sus mejores años, sin duda alguna se reinventó, se ajustó a la época actual del boxeo y sigue demostrando ser un boxeador élite. Las victorias ante Adrien Broner y Keith Thurman son prueba de ello.

Si Mikey consigue o no el quinto campeonato mundial en una hipotética pelea con Pacquia, creo que su siguiente e inmediato movimiento debería ser bajar a las 140 libras y demostrar el gran boxeador que es.

Las 147 libras no son el lugar más ideal y cómodo para Mikey García, es algo evidente y no por ello quiere decir que es malo, todo lo contrario; asumir el reto de pelear contra Errol Spence Jr, Jessie Vargas y ahora poner la mira en Pacquiao, no es algo de alguien común y corriente en el boxeo actual.