La mayoría de las personas que están buscando perder peso, se aferran completamente a cualquier tipo de ejercicio cardiovascular, convierten en “su gran aliado” a la caminadora y/o escaladora, mientras están felizmente empapados de sudor, creyendo que entre más suden más bajaran de peso. Debemos aclarar que hacer ejercicio cardiovascular excesivo probablemente te hará bajar de peso como consecuencia de la pérdida de músculo, pero los porcentajes de grasa seguirán igual. 

El exceso de ejercicio cardiovascular estresa demasiado al cuerpo y no estresa lo suficiente al músculo, estimulando sólo las fibras tipo I o lentas, que se caracterizan por ser muy resistentes a la fatiga en ejercicios aeróbicos y prolongados (caminar, correr, trotar) ubicándose en la parte externa al músculo, razón por la cual algunos corredores generan sarcopenia (pérdida de masa muscular).

Es aquí donde se debe hacer un alto en el camino y reformular la pregunta ¿quiero perder peso o grasa? No es lo mismo pesar 65 Kg con un porcentaje de grasa alto de 30%, a pesar 65 Kg con un porcentaje de grasa medio de 20%.

Se puede no perder peso y adelgazar, si bajas 3 kg de grasa y ganas de 3 kg de músculo la ecuación dará cero, es decir estás adelgazando sin perder peso ya que se está priorizando la oxidación de grasa y la ganancia de masa muscular. 

«Una persona puede perder peso sin estar saludable: liposucciones, dietas extremas, ejercicio cardiovascular excesivo…»

Mi recomendación es:

«Olvide que quiere perder peso, controle su porcentaje de grasa y proteja su músculo, esto se logra creando hábitos saludables: alimentándose de manera consciente, entrenando correctamente y alejándose de la obsesión de la báscula…»

 

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