El fin de semana pasado fue una fecha que el boxeador filipino y leyenda del boxeo mundial Manny Pacquiao no podrá olvidar. Precisamente Malasia fue testigo de la impresionante barrida y victoria del ‘Pacman’ ante el argentino Lucas Matthysse por la vía del KO en 7 episodios. Sería el primer KO de Manny desde el 2009 y además de ello, logró ganar el único cinturón en peso welter que hasta los momentos no había conseguido jamás; el cinto de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA en sus siglas en inglés).

Sin embargo no todo fue gloria y alegrías para Manny ya que recientemente se ha dejado saber a la luz pública que una semana antes del pleito con Lucas, el peleador filipino se enteró de un pequeño mal que sufre en su corazón y de inmediato los médicos le recomendaron a Manny suspender la pelea. Pese a esto, Pacquiao hizo caso omiso a las recomendaciones de los médicos y tomó el riesgo de subir al ring y pelear, reveló su vocero oficial Aquiles Zonio.

De acuerdo a las declaraciones de Zonio, Pacquiao sintió que le costaba un poco el poder respirar y debido a ello se le practicaron una serie de estudios el día 8 de julio en donde fue revelado que tenía una condición de nacimiento. Luego se le realizó un electrocardiograma y se dieron cuenta que el funcionamiento de su corazón estaba en proceso de mejorar.


“Sin que muchos lo supieran, Pacquiao fue al Cardinal Santos Memorial Hospital en Manila cerca de las 3pm del 8 de julio, después de que sintiera dificultad en múltiples ocasiones para respirar durante su preparación para la pelea del 15 de julio con Matthysse”, escribió Zonio para el portal PhilBoxing.

“Nadie sabía de esto, ni un miembro de su equipo ni de su familia. No quería que nadie de su familia se preocupara”, añadió el vocero.

“Un angiograma es una prueba que se usa para detectar problemas del corazón. Pacquiao dijo después del angiograma que los doctores le dijeron que sufre de un mal del corazón innato y le recomendaron no pelear el 15 de julio. Pacquiao protestó y le dijo a los doctores que la pelea debía seguir sin importar lo que pasara. Y firmó su salida”, detalló.

“Me pidieron correr mientras le hacían un electrocardiograma. El resultado fue impresionante. Los estudios mostraron que mi ritmo cardiaco mejoraba mientras mi actividad física incrementaba”, confió Pacquiao.

“Los que estaban conmigo estaban tristes y llorando. Pero les dije, no se preocupen, voy a estar bien y hare todo para la pelea”, destacó Pacquiao, que le comentó luego a su entrenador Buboy Fernández.

“Buboy lloraba mientras se enteraba de lo sucedido. Pero le dije que tenía que estar fuerte y continuar con lo que estaba haciendo. Dios se iba a hacer cargo del resto”, declaró el multicampeón, en el relato de su vocero.

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