Escrito por: Róger Trujillo Jr. ?
Las Vegas NV. USA.
Marzo 04/2020.

Como en la novela: “El curioso caso de Benjamin Button” escrita por F. Scott Fitzgerald llevada a la pantalla gigante; Román González “retrocedió su reloj biológico” y se dejó ver categórico, pasándole por encima a Khalid Yafai llevándose una victoria sin atenuantes con la savia que caracteriza al que se va y regresa sin perder el dominio que solamente poseen boxeadores excepcionales llamese Manny Pacquiao o Tommy Hearns.

NOQUEÓ.

Chocolatito hizo el libreto del combate atacando metódicamente cada pieza del engranaje que poseía el inglés hasta derrumbar su invicto y tragarse como un agujero negro las dudas sobre su futuro inmediato. La derecha que liquida a Yafai se lleva por igual las suspicacias de algún sector del periodismo que ponían en entredicho la continuidad de el nicaragüense y a su vez lo coloca como una leyenda viva de escasa manufactura.

Se puede disentir políticamente con Román y no estar de acuerdo, pero la realidad de su hegemonía como figura deportiva está ahí, engrandecida como multi campeón y ese logro para los postreros días no se puede empequeñecer porque si.

El “Dios de la furia,” ese proveedor inagotable de líneas que habita dentro del púgil centroamericano y que encuentra su culmen tras el campanazo inicial, es la coraza contra la cual chocará siempre cualquier desencuentro brutal sobre su pensamiento más allá del cuadrilátero. La impronta que nos deja es mayúscula, una historia que trastoca el planeta boxeo permitiendo con ella la entrada en territorios antes proscritos para los pesos mínimos.

February 29, 2020; Frisco, TX, USA; Kal Yafai and Roman ‘Chocolatito’ Gonzalez during their bout on the Matchroom Boxing USA card at the Ford Center at the Star in Frisco. Mandatory Credit: Ed Mulholland/Matchroom Boxing USA


REGRESÓ.

El apóstol Pablo afirmó: “Olvidé lo que queda atrás y procuré alcanzar lo que está delante.” Una frase que bien define el renacimiento de Chocolatito capturando el cinturón de las 115 libras de la AMB. Fue un boleto directo a Canastota que catapultará en las primeras boletas su ingreso al Salón de la Fama.

La ligereza con que algunos tomaron la derrota frente al tailandés Rungvisai alimentó la no permanencia de González en los primeros planos. El trepidante paso del tiempo estimuló erróneamente por igual a los escépticos preguntándose si el fin del ciclo de Román ya era un hecho. Su presentación reciente colocó en el cesto de la basura todo lo antes dicho.

February 29, 2020; Frisco, TX, USA; Kal Yafai and Roman ‘Chocolatito’ Gonzalez during their bout on the Matchroom Boxing USA card at the Ford Center at the Star in Frisco. Mandatory Credit: Ed Mulholland/Matchroom Boxing USA


APLASTÓ.

Khalid Yafai fue diluido, murió en el intento, su voluntad no fue suficiente para detener la enorme ola sedienta de despojo, un volcán llamado Chocolatito lo sepultó como el Vesubio a Pompeya y eso pervivirá. El tetracampeón nos entregó una quintaesencia con la cual engrandece esa mezcla racial que le antecede de indio chorotega y nagrandano.

Seguramente recitaran las nuevas generaciones: “Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo” de Rubén. Permanecerán nítidas las notas de “Nicaragua, Nicaragüita;” y agitando corazones las batallas de Argüello y Escalera sin que el paso del tiempo las atenúe. Erguidos también en el horizonte los cinco títulos mundiales de Chocolatito, porque las leyendas nunca mueren.

February 29, 2020; Frisco, TX, USA; Kal Yafai and Roman ‘Chocolatito’ Gonzalez during their bout on the Matchroom Boxing USA card at the Ford Center at the Star in Frisco. Mandatory Credit: Ed Mulholland/Matchroom Boxing USA

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