En una de las peleas más esperadas pero salpicadas por el terror, la muerte y la tragedia el norteamericano Bernard Hopkins, sorprendió a todo el mundo arrollando sin piedad al boricua Tito Trinidad, gran favorito del esperado combate en el cual estaban en juego los títulos del Peso Mediano avalados por todos los organismos que rigen el boxeo. Hopkins ejecutó con frialdad su estrategia de adelantarse a los puños de Tito, mantener su guante derecho a la altura de la mandíbula y lanzar ese puño selectivamente con el fin de anular el prodigioso gancho de izquierda del boricua. Trinidad pareció depender demasiado del poder de su puño izquierdo y al verse anulado por la estrategia del ‘Executioner’ pareció perder la mayor parte de su poder ofensivo.

LA TRAGEDIA

Esta pelea estaba señalada originalmente para efectuarse el sábado 15 de septiembre en el Madison Squard Garden de Nueva York, pero resulta que el martes 11 de septiembre solo 4 días antes ocurrió el hecho insólito de que dos aviones de una línea comercial cargados de pasajeros se estrellaron con una diferencia de 40 minutos contra las Torres Gemelas del World Trade Center de la ciudad de Nueva York. La tragedia parecía superar la escena más violenta de cualquier película de terror. En poco menos de dos horas los gigantescos edificios se derrumbaron produciendo más de 3.000 muertos ante el asombro y el horror del mundo. Era fácil suponer que después de semejante calamidad, la pelea de Trinidad y Hopkins ya no iba a efectuarse el 15 de septiembre del 2001.

Hubo polémica, opiniones a favor y en contra, pero el Alcalde de Nueva York y el Presidente Bush afirmaron que tanto Nueva York como el resto de los Estados Unidos seguirían su vida normal y no serían chantajeados ni amedrentados por organizaciones terroristas. Fue así como la pelea fue pospuesta para el 29 de septiembre en el mismo Madison Squard Garden de Nueva York. Después de la tragedia los aeropuertos de la gran ciudad fueron cerrados y por un tiempo nadie entraba ni nadie salía de la capital del mundo, con todo el combate se efectuó en medios de actos sumamente emotivos por parte de la policía de N.Y., los bomberos de la ciudad y otras organizaciones representativas de la Ciudad De Los Rascacielos.

LA PELEA

Tito subía en calidad de favorito, pues venia de noquear en forma contundente al excampeón William Joppy, dejando constancia de su impresionante poder, sobre todo con su gancho de izquierda. La afición puertorriqueña plenó el MSG en apoyo al gran ídolo de la Isla del Encanto que había ganado Títulos Mundiales en dos categorías, invicto en 38 peleas de las cuales 33 habían sido por nocaut y que parecía capaz de alcanzar las más difíciles hazañas. Su rival el ‘Exterminador’ Bernard Hopkins tenía un record de 39 ganadas, 2 perdidas y 1 empate; no exhibía gran poder en sus puños Hopkins, pero jabeaba bien y lanzaba con éxito rápidas combinaciones; además era muy fuerte y ejecutaba sus estrategias con paciencia y efectividad.

Desde el comienzo Trinidad estuvo confundido ante las tácticas defensivas y de ataques selectivos empleados por Hopkins con sorpréndete precisión, el boricua intentaba conectar su gancho de izquierda, pero el hombre de Filadelfia resguardaba su mandíbula con su guante derecho anulando la mejor arma ofensiva del puertorriqueño. En otras ocasiones se desplazaba con velocidad de pierna evitando que Trinidad pudiera afincar sus pies y alcanzarlo con sus ataques; otras veces lanzaba su derecha al rostro de Trinidad con doble finalidad; una, tratar de hacer daño con ese puño y dos, que esto obligaba a Tito a mantener la mano izquierda cerca de su rostro para cubrirse.

Los rounds fueron cayendo y mientras Tito iba cada vez más confundido, Hopkins se veía progresivamente dominando la escena. Aunque la pelea fue relativamente limpia, Hopkins nunca era totalmente inocente a la hora de amarrar los brazos, usar los codos o la cabeza. Asi, sin lucir mucho Hopkins fue dominando el combate, asegurando la pelea a los puntos y también lastimando al boricua cuando las acciones se los permitía. Al final del 10mo round Hopkins pescó a Trinidad con un Uper de derecha en plena mandíbula que lo dejo saltando sin dominio en sus piernas. La campana salvo a Tito de un nocaut seguro. De todo modo Hopkins se la tomó suave en el round 11, y no se desbocó en busca del nocaut solo lanzó un par de derecha con intención pero no acertó.

Para el 12 y último round Tito sabía que no tenía gane a los puntos por lo que debía salir a darlo todo en busca del nocaut; pero eso es lo que estaba esperando Hopkins para conectar sus puños dentro de la guardia de Trinidad. Una combinación de ambas manos por parte del ‘Exterminador’ puso mal a Trinidad quien luego cayó sentado muy cerca de las cuerdas. Se levantó en malas condiciones el árbitro Stephen Smoger estaba muy atento a las acciones. En ese momento Tito Trinidad padre entrenador del Campeón boricua se subió al ring con la toalla en señal de rendición. De esta forma Hopkins se convirtió en Campeón absoluto del Peso Mediano aquel 29 de septiembre del 2001.

A 20 años de aquel memorable combate hoy recordamos a sus protagonistas y aplaudimos sus heroísmo.

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