La esperada noche de la despedida llegó y aunque no fue una pelea oficial, fue tan ansiada como si lo fuera; la pelea de exhibición entre Julio César Chávez y Héctor Camacho Jr. generó sentimientos encontrados porque la leyenda mexicana no solo le estaba diciendo adiós por completos al ring sino que lo hizo ante el hijo de su antiguo rival ‘Macho’ Camacho.

Desde el Monumental Estadio Jalisco de la Calzada de Independencia, Guadalajara, Julio César Chávez demostró que lo que bien se aprende, nunca se olvida y ofreció cuatro asaltos que quedarán en su memoria y la de sus aficionados.

Tanto Chávez como Camacho Jr. protagonizaron un intercambio no únicamente de golpes sino de técnicas y habilidades en el boxeo. Para el cuarto round la leyenda mexicana intentó quitarse la careta pero su rival no se lo permitió debido a que podría tener alguna consecuencia el seguir adelante sin protección.

Julio César Chávez llamó a Canelo Álvarez desde el ring para que formara parte de su esquina para el cuarto asalto, simbólicamente pasando la antorcha al hombre ahora ampliamente reconocido como el rey libra por libra del boxeo.

El emotivo momento quedará para la historia debido a que en su época Julio César Chávez era reconocido como el mejor boxeador mexicano y en la actualidad para muchos ese título lo heredó Canelo Álvarez.

“Chávez siempre será el mejor luchador mexicano de todos los tiempos”, dijo Álvarez. 

 

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En medio de aplausos, Julio César Chávez se retiró del ring pero si hay algo que prevalecerá es su legado como boxeador.

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