Todavía recuerdo el día en que me miré en el espejo de la peluquería por más de dos horas mientras mi estilista arreglaba mi cabello. Pensé, me veo fea, me siento gorda, no me gusta lo que reflejo. Llevaba una vida demasiada sedentaria (odiaba hacer ejercicio), y mi alimentación era terrible, mi cocina estaba llena de paquetes, tortas, pan, cereales, todo lo que conocemos como ULTRAPROCESADOS, todo esto lo tenia en mi cocina.

Tenía que hacer algo, afortunadamente soy una persona decidida y ese mismo día, salí al gimnasio “más cercano” a mi apartamento, pagué un trimestre y empecé esa misma semana. Mi horario de trabajo iniciaba a las 8:30 a.m., pero como ya les he contado, en la publicidad sabes a que hora entras no a que hora sales, así que entrenar en las tardes no era una opción.

La falta de tiempo jamás fue una excusa, por eso le pedí a mi mamá una bicicleta y su respuesta fue “ ¿Sí las vas a usar?, compremos algo no tan caro, por si se queda guardada” y así fue, me compró la más barata jajajajaja. ¿Por qué una bici? Quería llegar
más rápido al gimnasio y quería tener un medio de transporte que me exigiera físicamente.

A las 5:00 a.m. mi entrenadora me esperaba y durante 2 horas (con entrenamiento militar), literalmente me sacaba toda la shit que se puedan imaginar jajaja. Siempre odié el ejercicio, estaba peleando todos los días con 25 años de malos hábitos (sedentarismo, mala alimentación, cigarrillo) el cuerpo me lo estaba cobrando todo, cada segundo del entrenamiento.

Salía destruida pero feliz, satisfecha de haber logrado un entrenamiento más, pero allí no terminaba todo, el ejercicio era solo una parte de este cambio, ahora debía APRENDER A COMER, sí aprender a darle a mi cuerpo COMIDA REAL. Empecé a leer para poder entender cómo se lleva una VIDA SALUDABLE, en ese momento el tema dejó de ser solo vanidad y pasó a convertirse en un estilo de vida, los kilos de más ya no eran mi objetivo, ahora quería llevar una vida sana. Tuve varios coach durante algún tiempo, hasta que estudié y me convertí en mi propia coaches.

Desde ese mismo momento soy otra persona, ahora soy más consiente de la comida que le regalo a mi cuerpo, me dedico mínimo 2 horas diarias, mi mente conectada 100% a cada músculo de mi cuerpo en mi entrenamiento físico, esto ha logrado cambios en mí increíbles… No solo a nivel estético, también ha mejorado mi salud física y mental.

Mi consejo es, no aplacen más esa decisión, den ese primer paso, pisen sin temor el gimnasio, empiecen a entrenar, dejen de meterle basura a su cuerpo, no les de miedo DESAPRENDER, no se arrepentirán.

NATHA MONTENEGRO @NATHNESS

 

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