Se acerca la tercera pelea entre dos de los mejores pesos pesados de la última década, Tyson Fury y Deontay Wilder quienes tienen asuntos por resolver y podrán hacerlo el 24 de julio en Las Vegas.
La primera pelea fue en diciembre de 2018, y terminó con un controversial empate a pesar de que Fury visitó la lona dos veces, después en febrero de 2020 llegó la revancha en la que Tyson Fury demostró un cambio y destronó a Wilder de su título mundial del Consejo Mundial de Boxeo por nocaut técnico en el séptimo round.
Desde entonces Deontay Wilder buscó activar la cláusula de revancha pero esta tardó debido a la llegada de la pandemia del Covid-19. Ahora un juez dictaminó que la pelea debe realizarse este año.
Deontay Wilder no ha dejado de amenazar con hacerle daño a Fury y recuperar su cinturón, pero lo que realmente quiere demostrar es que su poder es superior y que es capaz de acabar a su rival.
Si tu estómago no puede digerir lo que tus ojos están a punto de ver, no vengas a mis peleas. No mires mis peleas ”, dijo Wilder.
Porque me refiero a sangre, y estoy buscando sangre.
El boxeador de 35 años aseveró que Fury no tendrá a donde correr y esconderse para no probar el poder de sus puños y la violencia de su ataque. Además dijo que lo va a desfigurar y ni su madre podrá reconocerlo.
Mi mente es muy violenta», sentenció Wilder.
Trabajamos por una capacitación completa para cometer un homicidio legal. Mi mente es muy violenta. No puedo esperar. Cuando estás contemplando y premeditando sobre dañar a un hombre y cuando ves a esa persona, saldrá a la luz lo que has estado pensando y lo que has estado sintiendo. Lo único que tengo es que tengo que esperar hasta subir al ring, no puedo hacerlo por fuera, sería frustrar el propósito.
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